El diagnóstico se realiza mediante ecografías Doppler, análisis de sangre (como el dímero D) y, en algunos casos, resonancias magnéticas. El tratamiento puede incluir:
- Anticoagulantes para disolver el coágulo y prevenir otros.
- Medias de compresión para mejorar la circulación.
- Trombólisis o colocación de filtros en la vena cava en casos graves.
Prevención: ¿Cómo reducir el riesgo?
Algunas recomendaciones para prevenir la trombosis venosa incluyen:
- Mantenerse activo durante viajes largos.
- Levantarse y caminar cada pocas horas si trabajas muchas horas sentado.
- Evitar el tabaquismo.
- Mantener un peso saludable.
- Seguir controles médicos si tienes antecedentes familiares o factores de riesgo.
Conclusión
La trombosis venosa es una condición seria, pero detectada a tiempo, puede tratarse eficazmente. Estar atento a los síntomas y conocer los factores de riesgo puede marcar la diferencia. Si notas algún signo de alerta, acude de inmediato a un profesional de salud. Recuerda: tu circulación es vida, cuídala.